Me ha gustado mucho la segunda película de Guillermo Rojas, ‘Solos en la noche’. Ha creado una comedia humanista que, aparentemente simple, recoge una de esas noches que en la vida te hacen crecer. El afortunadamente fallido golpe de estado del 23 de febrero de 1981 nos recuerda, ahora que a tanta gente se le llena la boca de proclamas fascistas, lo débil que es una democracia en construcción y cómo los malos aires que acechan el mundo pueden sumergirnos en una época oscura. Pero Guillermo Rojas consigue dotar de momentos cómicos, algunos hilarantes, la noche en la que un grupo de abogados laboralistas andaluces vivieron unidos, a pesar del título de la película aquella jornada.
El golpe de estado se queda fuera de la casa en la que se refugian y ésta se convierte en el escenario para retratar una juventud llena de contradicciones personajes comunistas hasta la médula y machistas en la misma medida (Alfonso Sánchez), socialistas dulces amarrados a un cristianismo metido en sus médulas (Pablo Gómez Pando), la argentina trastornadora que enajena a más de uno (Andrea Carballo), el guaperas ligón que va de flor en flor con Rubén Dario bajo el brazo (Félix Gómez), la madre joven que ha caído en la trampa de creer que todo estaba ganado (Beatriz Arjona), ese primo que pasaba por allí tras huir de la mili (Jacinto Bobo) y a esa bomba de hormonas revueltas que se mueve con impresionante soltura ajena a lo que pasa fuera (Paula Usero).
Guillermo Rojas ha escrito una comedia coral íntima, simpática, dulce en la que sus personajes somos nosotros con aquella edad, convencidos que cambiábamos el mundo y que ahora vivimos en una profunda desolación ante la realidad y la cutrez en la que se ha convertido la política actual.
Divertida, tierna, con unas interpretaciones espectaculares en el que Pablo Gómez Pando, desde su personaje apocado, crece hasta convertirse en un héroe ante nosotros.
Guillermo Rojas se convierte en esa tercera vía del cine español, adalid del cine andaluz, y comienza a demostrar que tiene mucho que decir desde un regeneracionismo cultural y político que antepone a la persona individual.
(Javier Paisano-El Foc News)